LA AUTOESTOPISTA
Ocurrió el 12 de Noviembre de 1995, en una pequeña aldea de Huelva
llamada Tariquejo. José María que así se llama la persona que vivió esta aterradora experiencia, se dirigía a su casa después de cerrar su venta situada en la carretera, alejada de la aldea cuando subió a su coche comenzó a llover conforme avanzaba la tormenta se hacia cada vez mas fuerte casi no dejaba ver la carretera, en un cruce vio con el resplandor de las luces del coche a una joven empapada haciendo auto-stop, la joven se dirigía hacia San Bartolomé de la Torre situado a 8 Km. de la aldea, José Mª no dudó en recoger a la joven y llevarla hasta su casa, le preguntó que hacia allí a esa hora, la joven no decía palabra alguna, solo dijo su dirección, ella no paraba de temblar, el hombre le alcanzó su chaqueta, que estaba en el asiento trasero, cuando llegaron a la casa, la joven le sonrió y le dio las gracias, olvidando devolverle su chaqueta.
Al día siguiente José Mª, acudió a casa de la joven para buscar su
chaqueta, llamó a la puerta y le abrió un hombre mayor y demacrado le preguntó por ella el hombre le dijo que no vivía ninguna chica cerrándole la puerta, el insistió llamó hasta que el hombre le volvió a abrir, le contó lo que había pasado, el hombre llorando le respondió que su hija hacía varios años que había fallecido, José Mª no le creyó, el hombre indignado le llevó hasta el cementerio enseñándole así la tumba de su hija, cual fue su sorpresa al encontrar la chaqueta de este, encima de la tumba.
llamada Tariquejo. José María que así se llama la persona que vivió esta aterradora experiencia, se dirigía a su casa después de cerrar su venta situada en la carretera, alejada de la aldea cuando subió a su coche comenzó a llover conforme avanzaba la tormenta se hacia cada vez mas fuerte casi no dejaba ver la carretera, en un cruce vio con el resplandor de las luces del coche a una joven empapada haciendo auto-stop, la joven se dirigía hacia San Bartolomé de la Torre situado a 8 Km. de la aldea, José Mª no dudó en recoger a la joven y llevarla hasta su casa, le preguntó que hacia allí a esa hora, la joven no decía palabra alguna, solo dijo su dirección, ella no paraba de temblar, el hombre le alcanzó su chaqueta, que estaba en el asiento trasero, cuando llegaron a la casa, la joven le sonrió y le dio las gracias, olvidando devolverle su chaqueta.
Al día siguiente José Mª, acudió a casa de la joven para buscar su
chaqueta, llamó a la puerta y le abrió un hombre mayor y demacrado le preguntó por ella el hombre le dijo que no vivía ninguna chica cerrándole la puerta, el insistió llamó hasta que el hombre le volvió a abrir, le contó lo que había pasado, el hombre llorando le respondió que su hija hacía varios años que había fallecido, José Mª no le creyó, el hombre indignado le llevó hasta el cementerio enseñándole así la tumba de su hija, cual fue su sorpresa al encontrar la chaqueta de este, encima de la tumba.
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